viernes, 1 de agosto de 2008

¿De qué hablamos cuando hablamos de "DERECHOS"?





Año 2.001.Una crisis económica y social golpea a la República Argentina.La "sociedad anónima" se hace visible saliendo a las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cacerolas en mano,pidiendo a gritos la renuncia del gobierno nacional, encabezado por el Dr. Fernando De la Rúa.
Para que un pueblo, o como en este caso, una parte del pueblo se haga oír, tiene que existir un motivo muy importante.
¿Los "sin techo" muriendo de frío en una plaza?, no.
¿La desnutrición infantil avanzando en las provincias del norte?, no.
¿La falta de empleo?, no.
¿El incremento de la tasa de mortalidad infantil en los sectores carenciados?, no.
¿La inequidad en la distribución de la riqueza?, no. Definitivamente no.
El "lei motiv" en este caso se llamó CORRALITO.Sí, así.
El corralito es (o era) en nuestro país el lugar donde las mamás dejamos a los bebés para que jueguen y se muevan sin riesgo a que se accidenten.
Muy lejos de esto, aquel CORRALITO, una idea del Ministro de Economía Domingo Cavallo, fue para dejar cautivos los depósitos en los bancos.
En síntesis: ¡nos metieron la mano en el bolsillo!
Hasta acá, un resumen de esta historia que es la seguramente quedará en los libros.
Pero, ahora demos vuelta la moneda y veamos la otra cara.
Año 2.001: El Movimiento Nacional "Los chicos del pueblo" se hace visible.
Bajo la consigna "El hambre es un crimen", chicos y chicas de todo el país comienzan a marchar por todo el territorio para ser escuchados.Ellos piden por los miles y miles de chicos que en situación de extrema pobreza, carecen de alimentos, de una vivienda digna, de educación, de oportunidades.Así definían en el 2.001 la razón de su marcha:

"Marchamos porque hay una patria de ausencias y de heridas que funda la miseria: un país que se desangra todos los días con 100 niños que mueren por hambre de pan.

Marchamos porque se desocupa a los padres, expropiándoles el derecho de criar a sus hijos, se envilece los salarios, se victimiza a nuestros ancianos, se hambrea a nuestros maestros y se condena a nuestra infancia a habitar las calles de la miseria.

Marchamos porque ser niño ya no es un barco de papel, ni una "aventura de pan y chocolate". Porque ser niño pobre tiene nombre su destino: prostitución, droga, cárcel o ser asesinado en cualquier esquina de la pobreza".

Marchan para ser escuchados y atendidos.
Así, siguieron su marcha año tras año.En el 2.002; en el 2.003; en el 2.004; en el 2.005; en el 2.006; en el 2.007 y en el... 2.008.
No hay ruido de cacerolas, solo voces infantiles. No gritan, solo leen sus peticiones. No cortan rutas, solo marchan.
Los gobernantes locales, provinciales y nacionales solo les abren camino.
"Los chicos del pueblo" pasaron a ser parte del folclore nacional.Todos los ven...nadie los escucha.Mientras tanto, nos asombramos con las noticias:chicos que desaparecen; tráfico de órganos; prostitución infantil; adopciones ilegales, etc.
Y nos llenamos la boca hablando de "LOS DERECHOS DEL NIÑO".
La crisis del 2.001 quedó atrás.Algunos de los chicos que emprendieron su marcha en aquel momento ya no son niños. La marcha sigue.

Por eso la pregunta:¿De qué hablamos cuando hablamos de DERECHOS?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probably I can say with this blog make, more some interesting topics.

Anónimo dijo...

Elba,yo he vivido esa pobreza a diario en las escuelas.Los comedores infantiles, la copa de leche, son paliativos...pero no cubren las necesidades. Todo plan alimentario estuvo cubierto de clientelismo y fachada política, que quedaron sólo en proyectos bonitos para presentar, pero que no fueron a las raíces del problema, no por ser malos, sino porque no interesaba. Es maquiavélico pensar que a un Estado no le interesa el hambre de sus chicos, la educación, la salud el bienestar bio-psico-social de su población...pero lamentablemente, esa es la realidad.
Yo admiro a Morlachetti, porque siempre fue coherente entre el pensar, decir y hacer, por eso lo cito cada tanto por su trabajo hecho a través de Pelota de Trapo.
Gracias por compartir tu blog.
Pao